La mujer del viajero en el tiempo

Hace muchos años vi la película, que en España se llamó Más allá del tiempo (porque somos más chulos que nadie y nos encanta inventarnos los títulos). Y no me gustó. Me pareció muy aburrida y sin historia de amor por ningún lado. Al fin y al cabo cuando vas a ver estas películas es lo que buscas. Y hace poco me encontré con esta novela, y la leí simplemente por la curiosidad de saber si la novela era tan aburrida como la película. Y por supuesto, la novela me ha sorprendido muy gratamente.

Una fascinante y muy poco convencional historia de amor: Henry es bibliotecario y padece una extraña disfunción genética que le hace viajar involuntariamente en el tiempo; Clare, su mujer, es artista. Su amor es apasionado y solo aspiran a llevar una vida normal. Sin embargo, los viajes al pasado y al futuro de Henry, que a veces producen situaciones comprometedoras y otras divertidas, son un desafío a su relación. Una novela que invita a pensar en la perdurabilidad del amor y el paso del tiempo, en la emoción irrepetible de las primeras sensaciones, tanto en una relación como en la vida. Una lectura que, llevando de la sonrisa a la emoción, conmueve. Y una historia original e inolvidable.

Me conmovió especialmente la vida de Clare. Henry al fin y al cabo, se pasa la vida viajando de un momento a otro del tiempo y cuando eso ocurre muchas veces iba al lado de ella, por lo que no es lo mismo lo que vive uno, que lo que vive otro. Ella organiza toda su vida alrededor de él. Y por eso es por lo que ella me infunde tanta lástima. Su amor es real, es un amor fuerte, de los que son capaces de superar todos los obstáculos. Su historia, la de Clare, no es normal; al fin y al cabo ¿quién conoce al amor de su vida con seis años? ¿Quién es capaz de pasar por todas las duras etapas de la adolescencia (con la crueldad característica de las personas de esa edad) sin siquiera sentir la menor tentativa de estar con otro hombre? Ella. Ella ya ya sabe a quien ama y esperará el tiempo que haga falta para poder estar con esa persona. Las burlas de los demás, los llantos, la larga espera, la soledad... Nada de eso importa si al final del camino se encuentra con él.

Estas historias de amor me encantan. Para emocionarnos con este tipo de historias no necesitamos príncipes azules y princesas en peligro que esperan a que las salven en maravillosos corceles blancos. Esta, amigos míos, es una historia de amor normal, sobre personas normales, que tienen que superar los obstáculos no tan normales que la vida pone en su camino.  Dos personas que se esperan. Porque al fin y al cabo ¿cuántos de los que estáis aquí leyendo esto ahora mismo, esperaríais durante dos años al amor de vuestra vida? Dos años durante los cuales no sabrás nada de él. Ni donde estará, ni con quién (porque sabes que es posible que en ese momento se encuentre entre los brazos de otra... No te conoce aún). Seguro que muchos decís que sí, que esperaríais (yo lo digo), pero... ¿Realmente lo haríamos? Es duro esperar. La espera y la distancia es lo que más mata las relaciones... Menos ésta, porque Clare es maravillosa. Una persona dispuesta a sufrir por el amor de su vida; un amor que el destino puso en su camino con sólo seis años de edad, pero un amor que le hará la mujer más feliz sobre la faz de la tierra. 

Y sus problemas...porque toda relación tiene problemas no seamos tontos. No todo es de color de rosa, y esta historia no iba a ser menos. Se encuentran con los típicos problemas que pueden surgir cuando llevas años conviviendo con la misma persona, las disputas que toda relación tiene y que, a veces, tan sanas pueden llegar a ser. Los problemas derivados del paso del tiempo que hacen que la vida resulte hermosa y triste a la vez. 

Los recuerdos amontonados: los besos perdidos, las caricias, las miradas, la primera vez... La historia de toda una vida juntos contada de una manera poco convencional. Porque eso es la mujer del viajero en el tiempo. Una mágica historia de amor, de las que ya, desgraciadamente, no se cuentan.

Aliena