Contra el viento del norte
A veces, empiezas un libro y a mitad de lectura necesitas dejarlo. Porque no te gusta, porque no empatizas, porque simplemente no es su momento. Yo soy defensora de dejar los libros cuando eso pasa. Si un libro no te termina de convencer lo mejor es dejarlo, porque un libro no se merece que lo odiemos. Porque, las circunstancias personales suelen influir en nuestros gustos literarios en determinados momentos. Y un libro que ahora no te gusta, puede que se convierta en una novela perfecta años después. Eso es lo que me pasó a mí con esta novela. La empecé hace muchos años, y me pareció (si se me permite la palabra) una bobería. Por lo que lo dejé a las pocas páginas. Sin embargo, hace unos meses, decidí volver a darle una oportunidad. Y de verdad os digo, es lo mejor que he podido hacer. En la vida diaria ¿hay lugar más seguro para los deseos secretos que el mundo virtual? Leo Leike recibe mensajes por error de una desconocida llamada Emmi. Como es educado, le contesta y c